(Por redacción País Productivo) Cuando desde este medio insistimos en que la industria no puede emprender un proceso consistente de recuperación, es porque los datos así lo demuestran.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en marzo la uso de la capacidad instalada de la industria fue del 54,4%, resultado que se ubicó 4,2 puntos por debajo de lo registrado en febrero.

Si bien hay un pequeño crecimiento de un punto porcentual respecto al índice de marzo del año pasado, lo cierto es que es el peor registro de los últimos meses.

Los bloques sectoriales que presentaron niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al
nivel general son refinación del petróleo, con el 76,0%; papel y cartón, con el 68,2%; industrias metálicas básicas, con el 64,3%; y productos alimenticios y bebidas, con el 57,6%.

Por el contario, los rubros que presentaron malos resultados fueron sustancias y productos químicos, con el 53,8%; productos minerales no metálicos, con el 51,7%; industria automotriz, con el 48,9%; edición e impresión, con el 48,9%; metalmecánica excepto automotores, con el 42,8%; productos de caucho y plástico, con el 42,0%; productos del tabaco, con el 41,2%; y productos textiles, con el 41,0%.

Esta caída responde al retroceso en la actividad que presentó la industria en marzo, que si bien creció 5,2% interanual, retrocedió 4,5% respecto a febrero, el retroceso más marcado de la era Milei.

En primer lugar, cabe aclarar que el aumento en el nivel de actividad es más un recuperación parcial que un crecimiento en si mismo, ya que si se toma en cuenta que en marzo del año pasado el sector se había desplomado un 21,4%.