(Por redacción País Productivo) Con un consumo retraído, las ventas del Día del Padre sintieron el impacto, con una caída del 1,7% interanual, a pesar del que el 90% de los negocios realizó promociones especiales, indicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

«El Día del Padre 2025 dejó un balance con resultados dispares y un desempeño general débil para el comercio minorista. Las principales estrategias aplicadas para motorizar las ventas fueron las facilidades de financiación con tarjetas de crédito y los descuentos por pago en efectivo, aunque su efectividad resultó limitada en un contexto con gran cautela por parte de los consumidores», explicaron desde CAME.

Según puntualizó la entidad empresaria, el ticket promedio alcanzó los $ 41.302, lo que representa un incremento nominal frente al año pasado, pero al descontar la inflación del período implica una caída real del 8,9% en el poder de compra de ese gasto respecto al 2024.

«Este dato se alinea con el comportamiento observado en la mayoría de los rubros, donde las ventas se concentraron en productos de menor valor y en artículos en promoción, priorizando el cuidado del gasto familiar», detallaron.

De esta manera, el Índice de Ventas Minoristas para el Día del Padre elaborado por CAME encadenó su tercer año con caídas: al 1,7% de este año se suma al retroceso del 10,2% de 2024 y del 1,2% de 2023, «consolidando un ciclo de resultados desfavorables para el sector en esta fecha clave del calendario comercial».

En cuanto a la percepción de los comerciantes, el 58% de los encuestados señaló que el Día del Padre no tuvo impacto o, si bien sumó algo de movimiento, no modificó la realidad comercial del mes. Sólo un 11,3% afirmó que la fecha fue clave para impulsar las ventas.

«Un elemento que jugó en contra de la actividad comercial fue la coincidencia de la fecha con un fin de semana largo, lo que redujo la circulación en centros comerciales y priorizó el turismo u otras actividades recreativas por sobre las compras», puntualizó el trabajo de CAME.

En este contexto, el comercio minorista «volvió a enfrentar un escenario de bajo dinamismo, donde los esfuerzos promocionales y las estrategias de financiación no alcanzaron para revertir la tendencia decreciente de las ventas reales».

En la comparación interanual, cuatro de los seis rubros medidos presentaron subas, siendo Equipos periféricos, accesorios y celulares el de mayor variación positiva (+9,7%), seguido por Electrodomésticos, artefactos del hogar y equipos de audio y video (+5,8%), Cosméticos y perfumería (+4,6%) y Calzado y marroquinería (+0,6). En sentido contrario, dos rubros presentaron fuertes caídas: Indumentaria (-12%) y Librerías (-8,6%).