La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) y el Banco Central Europeo (BCE) dispusieron en las últimas horas la suba de las tasas de interés de referencia en pos de combatir la inflación en sus respectivos territorios, aunque supone al mismo tiempo un encarecimiento para el crédito productivo.
Así, la FED elevó en 25 puntos básicos en su tasa de interés de referencia y la ubicó dentro de un rango de entre 5,25% y 5,50%, el nivel más alto de los últimos 22 años.
Si bien desde el mercado daban por hecho este movimiento ascendente, la atención de los operadores estaba centrada en los próximos movimientos que podría tomar la autoridad monetaria estadounidense.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) aseguró que «continuará evaluando información adicional y sus implicaciones para la política monetaria», pero que «los indicadores recientes sugieren que la actividad económica se ha estado expandiendo a un ritmo moderado. La creación de puestos de trabajo ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. La inflación sigue elevada».
Por su parte, el presidente de la Fed, Jerome Powell, sugirió que es poco probable que se produzcan recortes de tasas este año. «Nos sentiríamos cómodos recortando las tasas cuando nos sintamos cómodos recortando las tasas, y eso no será este año, no creo que sea así», dijo el funcionario.
«Es probable que se suavicen las condiciones del mercado laboral en la lucha de la Reserva Federal, pero no controlar la inflación daría lugar a resultados mucho peores», completó Powell.
Banco Central Europeo
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) dispuso hoy una nueva suba de sus tasas de interés de referencia. La novena suba de los últimos doce meses fue de 25 puntos, en coincidencia con los pronósticos de los economistas, lo cual ubica a las tasas de facilidad de depósito, de refinanciamiento, y de préstamo marginal en 3,75%, 4,25% y 4,50%, respectivamente.
Se trata del mayor nivel de tasas en más de dos décadas, igualando el máximo histórico alcanzado entre octubre de 2000 y mayo de 2001.
A través de un comunicado, el BCE sostuvo que “la inflación continúa bajando, pero sigue proyectándose que se sitúe en niveles demasiados altos por demasiado tiempo. El Consejo Gobernante está determinado en asegurar que la inflación regrese a tiempo a su objetivo de mediano plazo del 2% (anual)”.