Tras varios semanas de arduas negociaciones, el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzaron un acuerdo técnico para la reformulación del plan vigente, por el cual recibirá un desembolso de US$ 7.500 millones entre agosto y novimebre.
«Las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI han llegado a un acuerdo a nivel de personal sobre las revisiones quinta y sexta combinadas en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado de Fondos (EFF, por sus siglas en inglés) a 30 meses de Argentina», indicó el organismo internacional en un comunicado.
Una vez finalizadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a cerca de US$7.500 millones; asimismo, se espera que la próxima revisión (la séptima del programa) tenga lugar en noviembre, según anticiparon, cuando en el programa original estaba prevista para principios del año próximo.
Según el comunicado del FMI esta reformulación del acuerdo se dio debido a que «desde la finalización de la cuarta revisión el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante debido al impacto mayor al previsto de la sequía, que tuvo un impacto significativo en las exportaciones y los ingresos fiscales». En este contexto, la evaluación arrojó que «los objetivos clave del programa hasta finales de junio no se cumplieron debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, así como a los deslices y retrasos en las políticas».
Así, «se acordó un paquete de políticas con un conjunto secuenciado de medidas para reconstruir las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, al tiempo que se protege la infraestructura crítica y el gasto social».
Por otro lado, dentro del acuerdo, se estipuló que el Gobierno pueda actuar en el mercado de cambios de haber «turbulencias», al mismo tiempo que se dejó sin cambios la meta del déficit fiscal primario de 1,9 puntos del PBI.
Massa
Por su parte, el ministro de Economía y precandidato a presidente por Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, afirmó que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no significa para la Argentina “tener que entregar absolutamente nada”, sino que permitirá “al Banco Central intervenir en situaciones de turbulencia” y “administrar mejor los dólares para la producción”.
Massa precisó al respecto que “es un programa que tiene dos momentos de desembolsos: uno en agosto en la tercera semana, y otro en noviembre, en la primera semana” y subrayó que es preciso “tener claro que un país esté permanentemente teniendo que negociar con el Fondo sus políticas no es de por sí una cosa agradable, pero hay que administrarlo”.
En este sentido, Massa indicó que con este acuerdo “se define un programa de objetivos y metas de acumulación de reservas y de equilibrio en las cuentas públicas”, y puso de relieve que “no hay que entregar absolutamente nada, sino lo que se define es un programa de cómo llevar adelante las cuentas públicas y la acumulación de reservas”.