El licenciado en economía Santiago Manoukian pasó por el programa País Productivo, en Radio Del Plata, y se refirió al proceso inflacionario que atraviesa el mundo y que repercute con fuerza en la Argentina. En ese sentido, analizó que la inflación anual podría llegar a números elevados, empujada por lo que sucede también en otros mercados.

Según comentó Manoukian, “el escenario comenzó a cambiar rotundamente, con los shoks que sufrió la economía en junio. En julio sucedieron dos cosas muy relevantes, previo a la salida de Guzmán, que fueron dos shocks a los pilares principales del acuerdo con el FMI: Se perdió el acceso al financiamiento en pesos, que es fundamental para cubrir la diferencia entre un déficit fiscal que se reduce lentamente y una asistencia monetaria, que se ajusta muy rápidamente. Eso empezó a generar mucha volatilidad. El segundo pilar que se deslizó fue, en un mes típicamente de acumulación de reserva, el Banco Central está perdiendo reservas hasta los últimos días, cuando se impusieron las restricciones a las importaciones”. 

Al referirse sobre la restricción a las importaciones, resaltó que “lo que el gobierno quiso hacer fue frenar esa sangría, porque como perdiste esa acumulación que vos deberías haber tenido, no solo para cumplir con la meta, sino para evitar un salto en el tipo de cambio, el gobierno intenta por todos los medios evitar que se espiralice la inflación aún más, en un contexto de vulnerabilidad social muy preocupante. La manta es corta y se fue acortando con el paso de los meses”. 

En ese sentido, también analizó lo que está pasando en otros mercados del mundo y sostuvo que “la inflación dejó de ser un fantasma y es una realidad muy palpable, sobre todo para poblaciones que no estaban acostumbradas a esos niveles. Previo al escenario de Ucrania y Rusia, la recuperación global venía siendo divergente”. 

Sobre el impacto que puede llegar a generar el proceso inflacionario mundial en nuestro país, comentó que “hay tres canales: el primero es que se te encarece el costo del financiamiento externo. El segundo es comercial, es decir, genera una moderación del crecimiento global, que impacta en los procesos comerciales, por una menor demanda que tienen los países y por una salida de capitales que te reduce el crecimiento y menos margen para poder gastar. También está el impacto en las commodities”.

Teniendo en cuenta estas variables, el economista fue crítico y remarcó que “la inflación de la primera quincena de julio nos dio 7,9%. Nosotros estamos proyectando que la inflación anual va a ser de 86%. Hace un mes proyectábamos cerca del 70%”.  

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