El director del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA) repasó los principales obstáculos que tiene la redefinición de las políticas de producción locales. Los paradigmas internacionales cambian y es imposible conseguir un avance sin mirar lo que hacen otros países.
El desarrollo de la tecnología y la digitalización de los procesos, la necesidad de pensar en cadenas de fabricación sustentables y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, principalmente, empujan a plantear nuevas políticas industriales. En este contexto, hay que estar atentos al rumbo que decide tomar el Gobierno de Javier Milei, sostiene Pablo Dragún.
“Sabemos que las restricciones fiscales o presupuestarias y los problemas macroeconómicos que se arrastran desde hace 20 años dificultan la situación, pero se pueden llegar a implementar algunas medidas concretas, más allá de la búsqueda de la estabilización”, aseguró el economista en una entrevista con País Productivo Radio.
Esta es la visión que la Unión Industrial Argentina (UIA) plasmó en el informe presentado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado “Retorno de la Política Industrial”. “El objetivo del trabajo es mostrar lo que viene haciendo el mundo y las implicaciones que puede tener esto para el tejido productivo argentino, la sociedad, el empleo y la capacidad. A la larga esas son las cosas que te hacen incrementar el producto bruto”, explicó el especialista.
Desde su experiencia, Dragún analiza el hilo histórico de la manufactura nacional y encuentra algunos obstáculos con los que se choca la evolución de esta actividad. “En Argentina el principal problema es el péndulo que va de un lado al otro y en el medio no se pudo estabilizar la economía”, aseguró.
“La mayoría de las políticas industriales nuevas que fueron surgiendo son para aislar a un sector de las malas condiciones en las que se vive en el país y en las que se impide hacer inversiones a largo plazo. Un montón de iniciativas impulsadas por gente muy buena y que sabe mucho del tema, a veces se encuentra con las limitaciones de la macroeconomía y en el sistema financiero”, señaló.
El director del Centro de Estudios de la UIA ve en la falta de previsión otra de las barreras para la generación de una planificación productiva a largo plazo. “No solo hay ausencia de políticas industriales, sino que tampoco se hace evaluación del impacto. Se tiene que analizar con un lineamiento sólido y ver si funciona, sobre todo si implica el uso de una buena parte de los insumos impositivos”, remarcó.
En cuanto a la posición que adopta el Gobierno nacional, Dragún reconoce la existencia de un dialogo, pero considera que la búsqueda de un equilibrio fiscal es el principal freno con el que choca el Ejecutivo para poder elaborar un esquema tributario más equilibrado. “Hay cierta aceptación, pero la visión de un déficit cero que a veces dificulta poder llegar a implementar determinadas políticas en concreto”, sostuvo.
Cambio de paradigma y de visión
La clave está en avanzar de manera diferenciada y sostenida en el tiempo. “Puede ser que para sectores en los que el trabajo es más intensivo, haya que buscar ciertas medias. También se pueden plantear en sectores en los que hay mayor competencia desleal, tanto del exterior como productos que pueden llegar del contrabando”, profundizó Dragún.
“Nosotros como entidad que nuclea los intereses de los industriales tenemos que contar el sentir de nuestros asociados y la situación que atraviesan en términos de costo por un lado y, por el otro, tomarnos el tiempo y ver qué está haciendo el mundo. No es el mundo de la década del ’90 y las políticas se hacen abierta y explícitamente, el mundo cambio”, dijo el especialista respecto del rol que debe cumplir la UIA.
La comunicación con la gestión nacional aparece como un paso necesario hacia la redefinición de los esquemas de producción. “Si se quiere un diálogo franco y sincero, no se puede hablar con los gobiernos a través de los diarios”, enfatizó. Mientras tanto, según su forma de ver la situación, es fundamental tener un canal abierto con la sociedad y explicarle que este es un sector en constante cambio y adaptación a las nuevas tecnologías.
“Argentina, tiene la gran ventaja de tener grandes oportunidades. Tiene un montón de sectores súper competitivos y muchos recursos con un entramado industrial que es de los cinco o seis más grandes del mundo. En Latinoamérica, sólo está detrás de México y Brasil. Ahí tenés un activo”, resaltó el economista.
Agregó también una recomendación: “Estamos en una zona de paz y alejada del conflicto, con todo eso a favor podés posicionarte de una forma más inteligente. Tenés que jugar un poco con los dos bloques y negociar acuerdos comerciales. Pero tenés que saber hacerlo bien y mantenerlo”.
Otra sugerencia que surgió de la conversación fue la de planificar con paciencia para alcanzar resultados a largo plazo. “Los ciclos prolongados son los que se hacen con calma, estabilidad y políticas concretas, sensatas. En los que eventualmente se van quitando los beneficios. Son bastante más aburridos que la vorágine argentina, pero se trata de construirlos con tiempo, como Scaloni a la selección”, concluyó Dragún.