El referente gremial criticó el plan económico que está llevando adelante la gestión libertaria y explicó, en una conversación con País Productivo, por qué considera que el principal objetivo es fomentar una clase obrera sometida y empobrecida.

La Confederación General del Trabajo (CGT) llevó adelante el tercer paro nacional en contra del Gobierno de Javier Milei. Según la mirada de Octavio Argüello, uno de los secretarios generales de la organización, la medida de fuerza fue contundente y estuvo motivada por la situación apremiante que viven los asalariados argentinos como víctimas de un modelo económico que promueve el hambre y “la esclavitud moderna”.

La realidad, tal como la analiza el gremialista, hace que nuevamente la patronal y los sindicatos se enfrenten a un enemigo común: el brutal ajuste de la gestión libertaria. “La situación es compleja para los trabajadores y para las pymes”, aseguró el dirigente, que se preocupó por dejar en claro que estos dos actores no son parte del problema.

“La apertura de las importaciones va a traer desocupación y el cierre de muchas empresas. Después de bajar una persiana, es muy difícil volver a levantarla”, remarcó el referente camionero de Tres de Febrero. Y agregó: “Este es un modelo económico que ya fracasó en otros momentos de la historia. A mí me van a encontrar siempre en la vereda de enfrente, porque si no hay distribución, voy a reclamar lo que considero que corresponde”.

“No es la primera flexibilización que se llevó a cabo en el país y esto nunca dio trabajo”, insistió Argüello en diálogo con País Productivo. También recordó que la implementación de aquellas políticas provocó la pérdida del “25% de la mano de obra” registrada.  “Nunca más los pudimos recuperar. Esos son los trabajadores que lamentablemente uno ve que en las medidas de fuerza tienen que ir a ganarse el mango”, señaló.

El reclamo de la CGT apunta a que el Gobierno saque por un momento la mirada de la macroeconomía y tome nota de la situación apremiante que vive la clase trabajadora. “Analizamos la situación siempre buscando que haya políticas más equitativas y que no se beneficie solo a un sector, sino que esto sea común y todos tengamos la oportunidad de crecer”, explicó.

La modificación de la normativa laboral vigente es, tal vez, una de las medidas que hay que tomar para acomodar la realidad y el dirigente sindical lo sabe. “Hay cosas que hay que cambiar. Perón mismo decía que la sociedad se aggiorna y tenemos que entender esto. Pero quieren presentar un proyecto de reforma laboral para quitar derechos y no es por ahí”, argumentó.

“En otros momentos nos prometieron brotes verdes y lo único que hicieron fue aplastar el carril”, chicaneó, y luego reflexionó: “Por más que haya trabajadores en una esclavitud moderna, como quiere el Gobierno, no van a traer grandes capitales. No vienen porque tenemos una situación impositiva feroz, totalmente retrasada, no hay seguridad jurídica y un montón de temas que son el problema real”.

Inflación y trabajadores pobres

El viernes pasado el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó el dato oficial de la inflación en marzo; el costo de vida se encareció en un 3,7% durante el tercer mes del año. Esta información no sólo golpeó de frente el plan del Gobierno, sino que tiene un verdadero impacto sobre la economía doméstica de los argentinos. 

“La situación de los trabajadores formalizados que están en la pobreza es algo que se venía viendo desde hace rato y se ha profundizado en los últimos tiempos con un gobierno que se encapricha en firmar aumentos de menos del 1%”, sostuvo Argüello y aseguró que el índice precios al consumidor es “totalmente mentiroso”.

“Hay que revisar el sistema del INDEC, es vetusto. La inflación es superior a lo que se manifiesta y provoca que los sueldos no alcancen. Esto no es un error, el Gobierno quiere que haya trabajadores hambreados y lo manifiesta. Lo único que le importa es macroeconomía y no mira hacia abajo, a las necesidades del pueblo. Creo que este es uno de los ajustes más brutales de los que uno tenga memoria”, se lamentó.

El referente sindical señaló que la fórmula que se utiliza para el cálculo de precios tiene casi 20 años y que es necesario tener en cuenta que la situación cambió. “Hoy tomar en valor si aumenta champagne -o no- para medir la inflación que sufre el trabajador es una locura. Hay productos en esa medición que no tienen nada que ver con la realidad”, sentenció.

Acciones sindicales

“El miércoles pasado hubo una marcha con una columna muy importante de la CGT, hubo muchas organizaciones gremiales y el paro del jueves ha sido contundente”, afirmó con aplomo Octavio Argüello sobre la medida de fuerza nacional y el apoyo de los sindicatos al reclamo de los jubilados del día anterior.

Pero lo que para la organización obrera fue un éxito, para el Ejecutivo nacional se trató de un fracaso, debido a que hubo muchas personas que quisieron salir a prestar tareas. “La mayor parte de las entrevistas que hicieron los medios en las paradas de colectivo fue a trabajadores que no están en la formalidad”, respondió el referente a la versión oficialista.

Los representantes de los asalariados se ponen en el lugar de los que no están registrados y que salieron igual cumplir sus obligaciones, porque saben que si no lo hacen no ganan su sustento, expresó el gremialista: “Era evidente que no estaban a favor del Gobierno, porque criticaban fuertemente la situación económica del país”.

Argüello reivindicó la defensa de los obreros y afirmó: “Nosotros vamos a llevar adelante todas las medidas que nos permita la Constitución. No vamos a hacer nada fuera de ello, pero todo lo que sea necesario lo haremos, más si se sigue profundizando el brutal ajuste que están en contra de los trabajadores en su conjunto”.

También apuntó contra la clase política por su falta de acción. “En la provincia se pelean por ver si uno es diputado o concejal y en Capital discuten ferozmente para poner legisladores en vez de hablar el modelo económico. Creo que la sociedad no les interesa mucho”, remarcó el dirigente que mostró su preocupación, porque los problemas son mucho más profundos que la disputa por ubicarse en las listas.

“Hoy nos reclaman estar al frente de esta situación; nosotros lo hacemos y lo tomamos como responsabilidad. Pero no se le hacen reclamos a otros sectores como corresponde. Pareciera que el mal de este país y el gran fracaso ha sido el movimiento obrero en su conjunto y los trabajadores, cuando no es así”, cerró Argüello.