El campo comienza a dejar atrás la sequía y ya se espera un salto productivo de magnitud para la campaña agrícola que recién comienza. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se espera que la producción de granos para el actual ciclo agrícola supere los 136 millones de toneladas, reflejando un crecimiento del 70% interanual.
A través de su Dirección de Informes y Estudios Económicos (Diyee), la BCR emitió la primera de las proyecciones nacionales sobre la campaña 2023/24. Así, la producción recuperaría más de 50 millones de toneladas, con exportaciones de granos que se duplicarían respecto del ciclo anterior.
El salto más importante se refiere a soja, que viene de tener su peor campaña del siglo. En este sentido, desde la entidad rosarina se proyecta un crecimiento interanual del 138,8% y pasaría de los 20 millones de toneladas de este año a 47,8 millones.
La producción seguiría siendo liderada por el maíz, que nuevamente sería el principal cultivo de Argentina, con 56 millones de toneladas (+64,6% interanual) y en tercer lugar aparece el trigo con 15,6 millones de toneladas (+35,7% ia). En total, se proyecta una producción de 136,3 Mt, un 70% más que en la campaña 2022/23.
Exportaciones
De la mano de una mayor producción, se espera que se recupere la actividad industrial del sector y las exportaciones del mismo. Así, el uso industrial crecería un 27%, producto de la mayor industrialización de soja en la nueva campaña y un leve aumento en el crushing de girasol. En el ciclo actual, el procesamiento de soja se vio fenomenalmente afectado por la sequía, y ni siquiera la importación temporaria récord de poroto pudo salvar a la industria aceitera a caer a un mínimo en 20 años en cuanto al procesamiento.
En base a las primeras proyecciones de producción para el nuevo ciclo se prevé una notable recuperación de la industrialización de más del 40% i.a. para alcanzar 38,7 millones de toneladas procesadas. Por el lado del girasol, se prevé que el crush crezca algo más de un 6%, alcanzando 3,8 millones.
En cuanto a los cereales, la industrialización de trigo y cebada se proyecta en niveles muy similares a los de la actual campaña, con 6,1 millones del primero destinadas a la molinería e industria de balanceados y 1,2 millones del segundo que se proyectan se utilizarán para la producción de malta.
De todas maneras, entre los usos de los granos en la nueva campaña, la exportación sería el rubro que más crecería respecto de esta. Se prevé que el envío al exterior de granos se duplique en el próximo ciclo de la mano de la recuperación de la producción, con un total proyectado de 63,6 millones de toneladas.
Entre los granos más destacados se ubica el maíz, con una proyección de 40 millones de toneladas (+100% i.a.), representando más del 60% del total de granos proyectados a exportar en el nuevo ciclo.
Si además consideramos el envío al exterior proyectado de aceites y subproductos para la próxima campaña, el despacho total al exterior entre los principales complejos cerealeros y oleaginosos alcanzaría casi 100 millones de toneladas, registrando un incremento de más del 75% entre campañas..
En cuanto al valor de las exportaciones para el ciclo 2023/24, a los precios vigentes dejaría como saldo un ingreso de divisas de US$ 34.300 millones. Ello es casi US$ 10.000 millones más que el ciclo anterior y marca el tercer mejor desempeño, detrás de los ciclos 2020/21 y 2021/22.