Los efectos de la histórica sequía continúan afectando al principal polo industrial de Argentina. Así, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó hoy que la molienda de soja durante el mes de septiembre alcanzó apenas 1,9 millones de toneladas, lo que denota el nivel más bajo de crushing para este mes desde el ciclo 2000/01. De esta manera, el acumulado de molienda de la oleaginosa asciende a tan sólo 15,9 millones de toneladas para el primer semestre de la campaña, y se ubica en niveles mínimos en 18 años.
En cuanto a lo que resta de la campaña, según estimaciones de la BCR el volumen de crushing de soja para el segundo semestre totalizaría 10,4 millones de toneladas, lo que «representa un desafío para la industria en cuanto a la obtención de los insumos necesarios, que recién podría comenzar a normalizarse con el advenimiento de la cosecha nueva en los países limítrofes, sobre marzo del año próximo».
Con respecto al mercado local, la combinación de una magra cosecha junto con un gran avance en la comercialización de la producción hace que la disponibilidad de soja por vender en lo que resta de la campaña resulte escasa, apenas 2,7 millones de toneladas. Como consecuencia, Argentina dependerá de su capacidad de importar oleaginosa para mantener sus fábricas en funcionamiento.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las compras al exterior de soja totalizaron 8,8 millones de toneladas durante los primeros nueve meses del año, alcanzando niveles históricamente altos.
Cabe recordar que, en julio, con el acumulado de importaciones de tan sólo siete meses, Argentina ya había superado su volumen récord anual de importaciones de 6,6 millones de toneladas registrado en 2018.