La caída provocada por la sequía en el sector agropecuario y su impacto sobre el PBI argentino se concentró en el segundo trimestre, pero en lo que resta del año la economía local se desenvolverá favorecida por el repunte del sector agropecuario y el empuje del sector minero, estimó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria.
En Argentina la actividad económica creció 0,7% sin estacionalidad durante el primer trimestre de 2023; durante el segundo trimestre se concentró el impacto transitorio de la sequía sobre el PIB, aunque se estima que la actividad del resto de los sectores (PIB no agro) continuaría en aumento», indicó el BCRA.
Según la autoridad monetaria, «los datos de abril estuvieron en línea con lo esperado, registrándose una caída de 36,8% i.a. en la actividad agropecuaria y una suba de 2,7% i.a. en el resto de los sectores; en lo que resta del año la economía local se desenvolverá favorecida por el repunte del sector agropecuario y el empuje del sector minero».
El BCRA recordó que la tasa de inflación evidenció una suba en el segundo trimestre, en un contexto de incremento en la volatilidad financiera en abril que reflejó la incertidumbre cambiaria acentuada por los efectos de la sequía sobre la liquidación de divisas y las finanzas públicas.
En un contexto de mayor inflación, el BCRA aceleró el ritmo de suba de la tasa de interés de política monetaria para sostener los retornos reales sobre las inversiones en moneda local en terreno positivo y así minimizar el impacto de la volatilidad financiera sobre la dinámica del mercado de cambios y en las expectativas de inflación.
Inflación, tasas y divisas
En materia cambiaria, el BCRA continuó adaptando la tasa de crawl a un ritmo acorde con la inflación dentro del régimen vigente de flotación administrada; así, el tipo de cambio real multilateral registró una suba de 0,1% promedio mensual durante el segundo trimestre, en un periodo en el cual el flujo de divisas se vio particularmente afectado por la sequía.
Con el objetivo de incrementar la oferta de divisas, se restableció el “Programa de Incremento Exportador” para la liquidación de divisas por las exportaciones de soja y se amplió a las Economías Regionales, que se tradujo en unos US$ 5.400 millones.
Por otro lado, se renovó el swap por 130.000 millones de yuanes por el plazo de tres años y se inició el proceso de solicitud de ampliación de la activación por un monto de hasta 35.000 millones de yuanes.
Las discusiones técnicas acerca de la recalibración del programa en este nuevo escenario extendieron los tiempos de la 5ta revisión del PFE, demora que «descalzó el esquema de pagos y desembolsos previstos con el organismo multilateral de crédito», señaló.
Eso llevó a que a fines de junio se realizaran pagos netos al FMI equivalentes a US$ 6.922 millones, tras lo cual las reservas internacionales del BCRA se posicionaron en US$ 27.926 millones, mostrando una caída de US$11.134 millones en el segundo trimestre, completó.