El especialista en economía política analizó en una entrevista con País Productivo la confirmación de condena a Cristina Fernández de Kirchner, no solo desde el sentimiento que se encendió en el corazón del peronismo, sino también a la luz de las necesidades económicas de un país en crisis latente
A pesar de haber pasado unos días desde la publicación de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, el temblor del escenario político todavía se siente en la agenda. Según Pablo Manzanelli, este hecho no sólo aflora la sensibilidad de los actores peronistas, sino que deja ver en carne viva una necesidad del pueblo: el armado de una propuesta que ofrezca una distribución de las riquezas a largo plazo.
“Es una sensación doble. Por un lado, la injusticia de la proscripción que genera preocupación o angustia y, al mismo tiempo, está la convocatoria en la Plaza de Mayo y la posibilidad que se abre de juntar a algunas de las fuerzas en torno a la resistencia”, expresó el entrevistado en el inicio del diálogo. La esperanza de una construcción a partir del embate contra la candidata representa, a su entender, un cambio en el escenario político.
“Por supuesto, habrá que ir viendo como evoluciona, pero la movilización fue contundente. Hubo un consenso popular de apartar las diferencias en torno a la estrategia política. Buscar un denominador común”, agregó el economista, que vio en la asistencia masiva de la semana pasada una oportunidad de sentar las bases de un renacimiento en el campo nacional y popular.
Desde su perspectiva, el monstruo no es sólo Javier Milei, sino que en el fondo del fallo del tribunal supremo se mueven los hilos de un poder económico tanto local como extranjero. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional abrió una puerta por la que se filtra nuevamente la intervención de intereses privados por sobre la vida política del país ante una crisis de representación.
La burbuja financiera que se pinchó a inicios de este año, la fuga de capitales que se está cubriendo momentáneamente con los dólares que llegaron del organismo internacional y la caída de las reservas son, a su entender, indicios de que el modelo de la gestión libertaria tiene fecha de caducidad y eso enciende las alarmas de quienes manejan la economía tanto dentro como fuera del país.
“Este gobierno aparentemente muestra algunos éxitos en torno a la política al reducir la inflación y mantener el dólar calmo. Eso genera una situación social de apoyo a esos resultados, pero desde el punto de vista económico es evidente que eso está atado con alambre”, reforzó su idea Manzanelli que considera que en este estado de volatilidad es necesario anular la posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner resurja como una figura presidenciable.
“Por ese motivo es necesaria la conformación de una alternativa popular, es muy importante luchar contra la estrategia del poder económico local e internacional que confluye en dos puntos: uno es bajar los salarios de los trabajadores y empeorar la distribución del ingreso, y otro que Cristina esté fuera de la cancha. Esa es la síntesis que consiguió Milei cuando llegó al gobierno, pero cuando las papas queman, el sector externo apela a la anulación de una candidatura que podría representar una esperanza”, aseguró el entrevistado.
La propuesta popular
Pero la alternativa no tiene que ser solo a los fines de proponer un candidato o candidata para ganar las elecciones, el cambio tiene que ser profundo y la oferta tiene que contemplar las necesidades de los argentinos. “Tenemos que salir de la idea de juntarnos frente a algo que sea anti Macri como fue el Frente de Todos, por ejemplo, para empezar a pensar que podemos proyectar para el futuro”, aclaró Manzanelli.
El investigador de FLACSO y del CIFRA reconoció que la respuesta popular tiene diversos obstáculos: “La situación económica, que tiene múltiples desafíos, una crisis de deuda que generó Macri, que no solucionó el Frente de Todos y que está profundizando Milei. Hay que dejar en claro que nada puede ser posible sin plantear una reformulación del estado actual de la deuda externa”, remarcó.
En ese contexto, el economista sugirió encontrar una salida que no vaya de la mano del ajuste al salario y al consumo tal como lo plantea el gobierno de Javier Milei. La clave, desde su punto de vista, es pensar medidas a largo plazo, un programa que más allá de las instancias ponga el foco en una distribución del ingreso sostenible en el tiempo, uno de los problemas que tuvo el ciclo del kirchnerismo según las palabras del entrevistado.
“Para alcanzar esa meta, es necesario un proyecto de industrialización económica muy fuerte y que sea viable en este escenario internacional”, señaló Manzanelli, y reclamó: “Saliendo de abstracciones, pongamos sobre la mesa que hay que discutir Vaca Muerta, que es la joya que hoy tiene la economía argentina. El gobierno propone que sea un vehículo de saqueo para unos pocos, pero hay que transformarlo en el medio para el desarrollo económico a partir del crecimiento de proveedores”, insistió.
“Finalmente, hay que buscar la forma de desactivar eso que nos viene pisando los talones en la economía argentina y generando crisis, que no es la cuestión fiscal sino la fuga de capitales. Tenemos que pensar alternativas que le hagan frente a eso, que debería ser puesto en discusión como algo programático”, expresó.