(Por redacción País Productivo) Las importaciones están afectando la dinámica industrial argentina, golpeando especialmente al sector pyme industrial, ya que las compras en el exterior sustituyen los productos de fabricación nacional, al mismo tiempo que denuncian que las mismas se realizan a «precios de dumping».
Así lo advirtió el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosatto, quien también apuntó que «hay un atraso en la recuperación de la actividad manufacturera» y que hay una «suba exagerada» en las importaciones.
“Estamos comprobando que el esfuerzo de los argentinos para acompañar en el mejoramiento de las condiciones económicas locales se está yendo a manos de productores de países de todo el mundo. Los datos estadísticos mostraron que existe una recuperación, pero la apertura comercial, sin mejoramiento de las condiciones de competitividad argentina, está desviando los frutos del esfuerzo que hicimos las fábricas para bajar la inflación, incluso perdiendo rentabilidad y trabajando casi al costo”, afirmó Rosato.
Según destacó Rosatto, las importaciones crecieron un 37,3%, totalizando US$ 6.460 millones, lo que redujo el superávit comercial a US$ 204 millones. Asimismo, en el primer cuatrimestre, el superávit cayó significativamente, de US$ 6.208 millones en 2024 a US$ 1.265 millones en lo que va del año.
«Este panorama refleja que el fuerte aumento en importaciones, especialmente de bienes de capital e insumos, no está acompañado por un crecimiento real de la producción manufacturera local, sino por una sustitución creciente de productos nacionales por importados”, alertó y agregó que dichas compras se realizan «a precios de dumping”.
Actividad y consumo
Según evidenció el último informe del Observatorio IPA, “la economía argentina comienza a mostrar señales de recuperación, aunque de forma muy heterogénea. La intermediación financiera y el sector petrolero lideran el crecimiento, mientras que el comercio y la industria acompañan con cierta cautela. El consumo y la producción local aún enfrentan dificultades para adaptarse al nuevo modelo económico».
En este sentido, el Uso de la Capacidad Instalada (UCIA) da una visión más generalizada del momento que está atravesando la industria: en marzo alcanzó el 54,4%, apenas un punto porcentual por encima del 53,4% registrado en el mismo mes del año anterior.
“Aunque muestra una leve mejora, el nivel general se mantiene en valores preocupantes, cercanos a los mínimos de 2024. Esto refleja que, pese a la recuperación económica impulsada por sectores como el financiero, petrolero, comercio y agronegocio, la industria manufacturera nacional sigue sin recuperarse plenamente del impacto de las medidas restrictivas aplicadas en 2024”, señaló el trabajo.
Asimismo, la preocupación también pasa por el consumo, ya que “aún no muestra señales claras de recuperación”. Según el Indec, sólo el 18% de los gerentes comerciales de supermercados espera una mejora en las ventas para el período abril-junio, mientras que el 78% no prevé cambios.
«Aunque los primeros meses del año registraron una mejora respecto al año anterior, los datos siguen siendo débiles. Marzo fue un mes complejo por la inestabilidad cambiaria, por lo que habrá que esperar a abril y mayo para confirmar si el repunte del consumo comienza a consolidarse”, concluyó el informe.