La Unión Industrial Argentina (UIA) y su red de representación sectorial manifestó que continúan monitoreando el impacto de las últimas medidas y proponiendo a las autoridades modificaciones y aclaraciones sobre las normativas recientes que han generado un grave impacto en la operatoria de la industria argentina.

Las alteraciones en los sistemas de Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CCUCE) y en la determinación de la Capacidad Económica Financiera (CEF), ocurrida en los últimos días, sumó aún más dificultades a la operatoria diaria de las empresas, en especial en las pequeñas y medianas.

Resulta primordial eximir del impuesto PAIS a las importaciones temporarias en su conjunto, para no afectar la competitividad argentina y la generación de divisas comerciales genuinas, destacó la entidad.

La UIA considera que las medidas dispuestas poseen un sesgo muy adverso para las cadenas de valor exportadoras, en la medida que las importaciones temporarias no queden eximidas en todo el universo de insumos y bienes intermedios que requiere la producción de la oferta exportable de bienes industriales y alimentos elaborados.

En consecuencia, anticipan que se va a generar en muchos casos una pérdida económica tal que atenta contra la continuidad productiva, con la consecuente caída de las exportaciones, la pérdida de mercados externos, paradas de líneas de producción y de puestos de trabajo.

La entidad solicitó además, que se reglamente o se aclare que la exención del impuesto PAIS para insumos y bienes intermedios vinculados directamente a los productos de la canasta básica alimentaria y para bienes relacionados a la generación de energía, contemple todo su universo.

En cuanto a los productos de la canasta básica, la UIA solicitó que también se eximan del impuesto País a aquellos que se enmarcan en el acuerdo de “Precios Justos”, ya que su gravabilidad generará un incremento de costos que impedirá sostener los compromisos asumidos oportunamente.

Finalmente, advirtió también que, con la vigencia del Decreto 377/2023, las empresas están sufriendo débitos indebidos del impuesto PAÍS por parte de los bancos comerciales y del pago a cuenta establecido por AFIP, que generan una presión fiscal mayor sobre actividades eximidas generando un aumento de costos en dichas cadenas productivas con su correspondiente impacto inflacionario.