El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) no solo promete cambiar la matriz energética de Argentina, sino que también puede generar una transformación en el mercado de insumos agrícolas, ya que una mayor disponibilidad de gas natural permitiría un incremento sustancial en la producción de fertilizantes, sino también podría impulsar la exportación del producto.
Según un trabajo de RIA Consultores, esta obra de infraestructura, que se inaugurará el próximo domingo en la ciudad bonaerense de Salliqueló, se presenta como «una gran oportunidad» para la agricultura nacional en términos de sustitución de importaciones y generación de divisas, ya que podría liberar «unos 2,5 millones de metros cúbicos (m3) diarios para la industria nacional de fertilizantes», lo que generará «un ahorro inmediato de más de US$ 700 millones anuales en sustitución de importaciones» y «divisas adicionales por otros US$ 220 millones», precisó el ingeniero agrónomo Javier Preciado Patiño, autor del informe.
En este sentido, el consultor recordó que «a medida que la agricultura argentina fue incrementando su producción granaria también ha necesitado de muchos más insumos, principalmente fertilizantes», a lo cual planteó que «la disponibilidad de más gas puede contribuir a la producción nacional de más urea», insumo clave para los productores argentinos.
Si bien la Argentina cuenta con «una planta de producción nacional de urea en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, el crecimiento de la producción nacional granaria precisó de importaciones para cubrir la demanda, lo que le representó al país unos US$ 1.500 millones en los últimos dos años», contempló Patiño.
Urea
Esta mayor disponibilidad de gas servirá para generar un incremento en la elaboración de urea, fertilizante clave para la agricultura nacional, sobre todo para los cereales. «La disponibilidad de más gas puede producir más urea, lo que genera un círculo virtuoso en términos de sustituir importaciones de fertilizantes, resguardar divisas para otros sectores de la economía que los están demandando y garantizarle el abastecimiento de ese insumo fundamental a los productores argentinos», sostuvo el consultor.
En números, esto significará un ahorro inmediato de más de 700 millones de dólares anuales en sustitución de importaciones (tomando los precios actuales) y también la posibilidad de exportar unas 600.000 toneladas por año, generando divisas por no menos de 220 millones de dólares.
Por otro lado, la presencia de un mercado altamente demandante de urea y de proximidad, como es Brasil, que anualmente importa unos 8 millones de toneladas y en el contexto donde conflictos geopolíticos pueden alterar el flujo de los fertilizantes representa una gran oportunidad para que la
Argentina incremente su rol como parte de la solución en materia de seguridad alimentaria global.