(Por redacción País Productivo) El Gobierno nacional volvió a dar un paso hacia la desregulación del mercado eléctrico mayorista (MEM), que sugieren una menor intervención, libre negociación de contratos entre empresas, precios decididos por el mercado, una reducción de los subsidios y la pérdida de facultades del Cammesa.

A través de la Resolución 400/2025 de la Secretaría de Energía publicada hoy en el Boletín Oficial, impulsa «un nuevo esquema basado en señales de precios marginales, tratando de eliminar las distorsiones creadas por la intervención estatal».

Según explicó la cartera nacional, «el objetivo es restablecer un mercado eléctrico competitivo, transparente y sustentable, en el que el Estado recupere su rol regulador sin interferir en la operatoria».

En este sentido, Energía marcó que «durante las últimas dos décadas, la fijación administrativa de precios y los subsidios indiscriminados distorsionaron las señales económicas, desincentivaron la inversión y generaron dependencia del gasto público».

En este sentido, el sector infiere que habrá una reducción de los subsidios, al mismo tiempo que el precio de la energía eléctrica será definido por los costos de producción y márgenes de rentabilidad y dejará de ser administrado por el Estado, con el consecuente impacto en las tarifas.

«La normalización del MEM revierte ese proceso, restableciendo el principio de marginalismo como base del funcionamiento del sistema», aclaró el Gobierno.

Asimismo, la medida también establece la creación de un Mercado a Término de Energía y Potencia, que «permitirá la libre contratación entre generadores, distribuidores y grandes usuarios», promoviendo «la competencia» e impulsando «la instalación de nueva capacidad de generación y se facilita la planificación de inversiones de largo plazo».

Otro punto central de la nueva normativa es la descentralización del manejo de combustibles, devolviendo a los generadores térmicos la responsabilidad de adquirir sus insumos.

Es por eso que «Cammesa dejará de concentrar la compra de combustibles y mantendrá sus funciones de despacho y administración del mercado, así como su rol de proveedor de última instancia, en línea con su diseño original».

No obstante los cambios, el Gobierno aclaró que «el nuevo marco reafirma el respeto a los contratos vigentes del Plan Gas hasta su finalización en 2028».

«Con esta reforma, el Gobierno Nacional consolida un cambio estructural en el sector energético: el Estado deja de actuar como empresario para volver a ser garante de reglas claras, precios reales y libertad de contratación», subrayaron desde Energía.

De esta manera, «la normalización del MEM restituye las condiciones para un mercado eléctrico eficiente, competitivo y previsible, capaz de atraer inversión privada, mejorar la calidad del servicio y asegurar el acceso sostenible a la energía para todos los argentinos», aseguraron.