En junio la actividad industrial registró tanto una caída en la comparación anual (de -0,3% i.a.) como en la serie mensual (-2,3% desestacionalizado respecto del mes de mayo), pero a pesar de esos datos, el segundo trimestre terminó con una variación de +2,2% anual y el primer semestre cerró con una suba de 3,5% anual, con una marcada heterogeneidad en el desempeño sectorial.

A nivel sectorial, persiste disparidad en el desempeño, en línea con lo observado durante los últimos meses, aunque comenzaron a ser más los sectores con caída de la producción que aquellos con suba (8 de 12 sectores registraron caídas), de acuerdo al informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Este desempeño ocurrió en un contexto de mayores restricciones al abastecimiento de insumos y servicios, así como de una creciente incertidumbre a nivel macroeconómico. Las mayores caídas se registraron en Minerales no Metálicos (-5,6%) por el menor dinamismo de la construcción y en Alimentos y Bebidas (-3,3%) a partir del impacto de la sequía en la producción de molienda.

En menor medida, también hubo caídas en Sustancias y productos químicos (-2,6% i.a.), Papel y Cartón (-2,2% i.a.) y Metales básicos (-1,6%) y la Metalmecánica (-0,4%). En el caso de Sustancias y productos químicos, el sector se encuentra afectado por la sequía (menor producción de Biodiesel y Agroquímicos) y por las dificultades de abastecimiento de insumos importados (que afectan la producción de Petroquímicos intermedios y básicos orgánicos).

En el caso de Papel y Cartón, la baja fue producto de la menor producción de papel tissue, papel para embalaje y papeles de impresión, mientras que compensó al alza la de papel para diario. Por su parte, el sector de Metales básicos registró variaciones negativas en la producción de acero (-8,8% i.a.) mientras que presentó una suba en la producción de aluminio (+16,8%).

La industria Metalmecánica estuvo impulsada a la baja por la menor producción de maquinaria agrícola, carrocerías, remolques y semirremolques, compensada parcialmente por incrementos en el resto de los rubros.

Las alarmas de los industriales siguen encendidas para el segundo semestre, ya que para la UIA a partir de julio el panorama muestra más elementos de incertidumbre producto del impuesto PAIS a las importaciones y del aumento del tipo de cambio con posterioridad a las PASO.

En este marco, los datos disponibles de julio indicaron una situación dispar en la producción. Sin embargo, se acentuó el cambio de tendencia en algunos indicadores: hubo un menor crecimiento de la actividad automotor y se aceleró la caída de la demanda de energía eléctrica de grandes usuarios industriales.

La escasez de divisas profundiza los problemas asociados a las restricciones en los pagos de bienes y servicios críticos para la producción así como genera incertidumbre sobre la dinámica del mercado interno.