(Por redacción País Productivo) Hay una coincidencia entre las instituciones especializadas en el seguimiento de los números del agro: la superficie implantada de maíz caerá y de manera contundente. Esta vez fue el turno de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), que proyectó una merma en la siembra del 17,1%.

En otras palabras, la entidad bursátil prevé que se implanten 1,3 millones de hectáreas menos respecto a la campaña que está finalizando en estos días, bajando la superficie hasta las 6,3 millones de hectáreas.

«La tendencia general de los datos obtenidos hasta el momento evidencia una baja significativa en la intención de siembra del cereal, fundamentalmente por tres motivos. El principal y más preocupante tiene que ver con la incertidumbre creciente respecto a la incidencia que tendrá el complejo de virus y bacterias asociados a Dalbulus maidis«.

Este nombre científico hace referencia a la comúnmente denominada «chicharrita», que propaga la enfermedad de «achaparramiento del maíz». En la presente campaña, que se encuentra a días de finalizar, el insecto vector tuvo un crecimiento exponencial en su población, bajando desde el norte argentino (donde es endémica) a la región centro, impactando de lleno en el maíz implantado en dicha zona.

El segundo factor es el climático, que, como se describirá más abajo, el escenario de “niña débil” – “neutral frio” pone un límite al aporte hídrico que tendrá el cultivo durante su ciclo además
de retrasar en algunos casos el comienzo de las lluvias de primavera y, como consecuencia, podría influir
en la posibilidad de adelantar la fecha de siembra para escapar al pico poblacional de la chicharrita.

Por último, el factor económico en esta campaña presenta un escenario desafiante para todos los granos,
especialmente para el maíz, debido a la rentabilidad ajustada que se observa en la campaña actual y al
elevado requerimiento de capital asociado con su producción.