(Por redacción País Productivo) La rebaja de retenciones del 20% promedio en granos impulsada por el Gobierno nacional sin dudas trajo alivio a las cuentas de los productores, que en medio de un presión tributaria alta y bajos precios internacionales, veían cómo sus números no cerraban bajo ningún concepto.
No osbstante, esta mejora en la rentabilidad se puede observar con mayor claridad en los agricultores de la zona núcleo y la región pampeana, donde se encuentras tierras de alta productividad, un clima más amigable y cercanía a los puertos, lo cual abarata los costos logísticos. Pero la historia para aquellos productores que no cuentan con estas condiciones es muy diferente.
Según un informe de Ieral – Fundación Mediterránea, la rebaja de los derechos de exportación para granos del orden del 20% promedio (por ejemplo, la soja pasó del 33% al 26% y el maíz del 12% al 9,5%) hicieron que la rentabilidad neta del productor (margen después de impuestos) mejore entre US$ 31,6 y US$ 60,5 por hectárea, según la zona y el régimen de tenencia de la tierra.
Así, para agricultores propietarios, la mejora en el margen neto (ingresos menos costos e impuestos) asciende a US$ 60,5/ha en zona núcleo y US$ 47,5/ha en zona extrapampeana, mientras que para productores arrendatarios la mejora es de US$ 31,6/ha en zona núcleo y US$ 40,3/ha en zona extrapampeana, aunque «en este último caso la mejora solo alcanzaría para reducir pérdidas (de – US$ 68 a – US$ 28/ha)», marcaron desde Ieral.
Pero si bien la baja de retenciones mejora la rentabilidad del productor, lo cierto es que la carga tributaria total – esto es el porcentaje de la renta generada (ingresos menos costos) que el productor no puede apropiarse por efecto de los impuestos – sigue siendo elevada, ya que solo se reduce entre 6 y 14 puntos porcentuales tras la desgravación.
Teniendo en cuenta esto, el peso de los impuestos sobre la renta se ubica entre el 53% y el 70% para propietarios y arrendatarios de la zona núcleo, y entre el 68% y el 112% en la zona extrapampeana. «Que en todos los casos supere el 50% implica que, en dólares por hectárea, el productor seguirá perdiendo más por impuestos que lo que logra conservar como ingreso neto», sostuvo el trabajo de.
En este sentido, desde Ieral apuntaron que «el resultado de una carga tributaria superior al 100% para arrendatarios de la zona extrapampeana ayuda a comprender una preocupación recurrente en el sector: los impuestos vuelven inviable la actividad en zonas marginales, de menor productividad y mayor distancia a los puertos, especialmente si hay que pagar alquiler».