(Por redacción País Productivo) La industria aceitera terminó el año mejor de lo que lo empezó. Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), durante diciembre se procesaron 3,65 millones de toneladas de soja, un nivel récord para diciembre.
Desde la entidad, explicaron que este incremento es «producto del buen ritmo de ventas de soja por parte de los productores y la fuerte demanda de exportaciones de aceite de soja que tracciono el aumento de la molienda».

De esta manera, de enero a diciembre de 2024, el crushing alcanzó las 42,1 millones de toneladas, valor cercano al registrado en 2017 y 2021.
Pero este buen nivel en la molienda de diciembre no fue como consecuencia del aporte de las importaciones de la oleaginosa, como ocurrió en gran parte del año.
De hecho, las compras al exterior de soja se redujeron en el último mes del año a 109.804 toneladas, como «producto del cierre de la campaña en los países fronterizos y a la espera de los nuevos volúmenes de la campaña 2025».
Así, el año cerró con un total importado de 7.577.687 toneladas, el segundo año de mayor importación de soja desde que se retomo el régimen en 2016 y luego de 2023, año de la sequia, en el que se habían importado 10,4 millones de toneladas.
El principal origen fue Paraguay representado el 89% (6.804.006 tons) del total, seguido de Uruguay con el 6,4% (484.802 ton), Brasil con el 3,1% (234.416 tons) y por último Bolivia con el 0,7% (54.461 tons).
Bajo este panorama, impactó en una mejora en el uso de la capacidad instalada, la cual alcanzó el índice UCI al 66%, mientras que la capacidad ociosa fue del 34%.
«El aumento de la oferta de soja disponible durante diciembre fue el factor determinante para el aumento de la molienda durante dicho mes, sumado al aporte de la soja importada, aunque en menor mediada de los mese previos», explicó el informe.