(Por reducción País Productivo) La crisis en la industria argentina se está agravando y así lo demuestran los datos. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la utilización de la capacidad instalada (UCI) en julio se ubicó en el 58,2%, retrocediendo 0,2 puntos porcentuales respecto a junio.

Pero el dato más alarmante es que, por primera vez en el año, se registró una caída interanual, ya que en julio del año pasado la UCI había sido del 59,5%.

Esta baja coincide con la contracción del 2,3% en la actividad industrial de julio respecto a junio y del 1,1% en la comparación interanual, informada hace una semana por el Indec.

Entre los rubros con mayor incidencia negativa se encuentran la elaboración de sustancias y productos químicos y la industria automotriz. En el primer caso, el uso de la capacidad instalada pasó del 65,7% en julio de 2024 al 59,9% en el mismo mes de 2025, afectado principalmente por una menor producción de detergentes, jabones y productos químicos básicos.

La industria automotriz mostró una caída aún más pronunciada: la capacidad utilizada descendió más de ocho puntos porcentuales, desde el 52,2% al 44,1%, debido a una reducción en la cantidad de unidades fabricadas por las terminales. El sector enfrenta presiones adicionales por el incremento de las importaciones, situación que también afecta a la industria textil.

En efecto, la industria textil registró un uso de la capacidad instalada del 44%, por debajo del 49% de julio del año pasado. Este sector, al igual que el automotriz, se ve impactado por la creciente competencia de productos importados, lo que genera una disminución en los niveles de producción local.

Entre los bloques que superaron el promedio general del 58,2% se destacan la refinación del petróleo (81,7%), los productos alimenticios y bebidas (65,2%), las industrias metálicas básicas (63,9%) y el sector de papel y cartón (60,6%). Estos sectores lograron mantener niveles de actividad más elevados en relación con el resto del entramado industrial.

En el extremo opuesto, además de la automotriz y la textil, se encuentran los sectores de productos minerales no metálicos (57,1%), edición e impresión (52,5%), metalmecánica excepto automotores (48,7%), productos del tabaco (46,5%) y caucho y plástico (43,2%). Estos bloques registraron una utilización de la capacidad instalada por debajo del promedio, en un contexto de desaceleración generalizada.